Datos sobre la soledad no deseada
Según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, a fecha 30 de abril de 2024, de los y las 8.584.147 habitantes en la Comunidad Autónoma: 2.781.157 son mayores de 55 años, lo que supone el 32,39% de la población; 1.568.040 son mayores de 65 años, lo que representa el 18,26% del total; y el grupo de mayores de 80 años lo conforman 422.089 personas, lo que supone el 4,91% de la población. Todo este conjunto conforma, pues, un colectivo “heterogéneo y diverso (…) con diferentes necesidades, inquietudes y problemas.
El «Estudio sobre Soledad No Deseada en Personas de 55+ Años en Andalucía», de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, proporciona una visión detallada de cómo este fenómeno afecta a la población mayor en la región.
Prevalencia de la Soledad No Deseada
- Porcentaje de Afectados: El estudio revela que aproximadamente el 26% de las personas mayores de 55 años en Andalucía experimenta soledad no deseada de manera regular.
- Diferencias por Género: Las mujeres tienden a reportar niveles más altos de soledad no deseada en comparación con los hombres, especialmente en la franja de edad de 75 años en adelante.
Factores Asociados
Estado Civil
Las personas viudas o solteras son las más vulnerables a sentir soledad no deseada. Más del 40% de las personas viudas de más de 55 años en Andalucía reportan sentirse solas frecuentemente.
Nivel Socioeconómico
La soledad no deseada es más común en personas con bajos ingresos y menor nivel educativo. Las limitaciones económicas pueden reducir el acceso a actividades sociales y redes de apoyo.
Ubicación Geográfica
Las zonas rurales muestran una mayor incidencia de soledad no deseada en comparación con las urbanas, debido a la menor oferta de servicios y actividades sociales. En los núcleos urbanos también podemos encontrarla en barrios aislados o mal comunicados, o con barreras de acceso en la propia vivienda/edificio.
Consecuencias Identificadas
Formar parte de una comunidad de aprendizaje que incluye tanto a personas mayores como a estudiantes universitarios.
La soledad tiene consecuencias en salud física y en salud mental. En la salud física, los estudios indican que incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, empeora la nutrición, incentiva el aumento de la obesidad y el abandono de la actividad física, aumenta las visitas al médico y las hospitalizaciones y, a nivel general, aumenta la mortalidad. En relación a la salud mental, la soledad no deseada aumenta el riesgo de depresión y ansiedad, altera el sueño e incrementa el riesgo de demencias.
Así, el estudio de García-González subraya que la soledad no deseada entre los mayores de 55 años en Andalucía está asociada con un mayor riesgo de:
Depresión y Ansiedad.
Un 35% de los afectados muestra síntomas de depresión clínica.
Deterioro Físico.
El 20% de las personas mayores solitarias presenta un deterioro en su salud física en los últimos 5 años.
Aislamiento Social Prolongado.
Un 18% ha disminuido su participación en actividades sociales en el último año, agravando su sensación de soledad.
Fuente: García-González, JM; Grande, R.; Montero, I.; Águila, J.; Rivera, P. Estudio sobre soledad no deseada en personas de 55+ años en Andalucía.